Suelo
ir al LIDL temprano, sobre las 9. A veces tengo que esperar incluso a que abran
junto con un par de clientes que van con el carro. Como mucho, cuatro o cinco
personas. Pero hace poco, un montón de señoras ya esperaban impacientes a que
se abriera el súper. Cuando por fin se abrieron las puertas, salieron
disparadas hacia un expositor de cartón y comenzaron a llevarse cajas y cajas
de cremas hidratantes para el rostro.
¿Qué
pasaba? Que la OCU había publicado un estudio en el que había sido nombrada la
mejor crema de España, por encima de reconocidas marcas de prestigio mucho más
caras. El precio, 2.99 euros, había hecho el resto.
El
producto se agotó en pocas horas, aunque pude llevarme una caja que me había
encargado mi madre. Y como hay confianza, pude probar ambas, la de día y la de
noche. La de noche me gustó más, es más untuosa y deja la piel muy bien, pero
la de día no me convenció porque no tiene factor de protección solar, algo
básico en una crema. El tarro es pequeño, de 30 ml, por lo que creo que siguen
saliendo más económicas otras cremas más grandes de marcas asequibles, como
Vitesse, Nivea o Garnier.
El caso
es que la crema se agota cada vez que la ponen a la venta y hay quien dice que
realmente funciona. Sólo falta que se acabe esta locura y vuelva a las estanterías
de LIDL de forma regular, sin esta locura.
Imagen: Vida y Estilo