Y cerramos la última entrada del año con uno de mis principales descubrimientos de los últimos meses: los jabones. Desde hace un año o así me di cuenta de que los geles de baño me resecaban mucho la piel y opté por opciones más naturales para la limpieza facial y corporal.
En mi búsqueda de jabones naturales, topé con una marca española llamada Igone Natural, cuya web podéis ver aquí que se dedica la cosmética tradicional, pero sin renunciar a la investigación para obtener los mejores activos naturales.
Disponen de aceites esenciales, de cremas para el rostro y el cuerpo, y de una gran gama de jabones con principios activos como las algas, la rosa mosqueta, la manteca de karité, el carbón, la arcilla verde, etc. Es decir, todo tipo de ingredientes enfocados a problemas concretos de cada piel, como puede ser la sequedad, la grasa, la sensibilidad, etc.
Yo elegí el jabón de salvado de arroz, malva y aceite esencial de vetiver y la sensación no ha podido ser mejor. Lo primero que llama la atención es su olor, que perfuma el baño. Hace una espuma con la que podemos lavarnos el rostro o la piel de forma eficaz, pero suave.
Y es que Igone Natural no usa en sus productos parabenos, trangénicos ni productos de origen animal.
La piel queda confortable, limpia y preparada para recibir el tratamiento de belleza. Como sabéis, andaba detrás de un jabón de arroz y este ha satisfecho con creces mis expectativas.
Lo venden online y tiene un precio de 5 euros la pastilla. Podéis encontrar una gran variedad de jabones adaptados a vuestras necesidades.
¿Conocíais la marca? ¿Os gusta su filosofía tanto como a mí?
Parece que era hace nada cuando empezábamos el año y ya estamos casi en el último día. Espero que todos/as tengáis un 2017 genial y que todos vuestros deseos se cumplan. Un beso fuerte, fuerte y gracias por estar ahí.
